Iglesia Reformada en América
Informe del Equipo Visión 2020
Tabla de contenido
Prólogo
Introducción
Qué esperar
Contexto histórico
El trabajo del equipo Visión 2020
Recomendaciones y fundamentos
Recomendación 1—Reestructuración
Recomendación 2—Una nueva agencia misionera
Recomendación 3—Separación mutuamente generosa
Pensamientos finales
Un Informe Minoritario
Prólogo (julio de 2021)
Al Sínodo General de 2021 de la Iglesia Reformada en América: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Cuando nuestra denominación comenzó en la senda de la Visión 2020 en junio de 2018, ninguno de nosotros podía prever hacia dónde nos llevaría. Hemos tenido momentos de gran gozo y momentos de gran tristeza en el camino. Parte de nuestro gozo ha estado en ver a personas con perspectivas muy distintas juntarse en varias reuniones para escucharse los unos a los otros, para escuchar a Dios, y para hablar con franqueza sobre el futuro de la denominación. Hemos visto la curiosidad, la gracia, la valentía, el ingenio, la constancia y el amor.
El mayor de nuestros desafíos fue (y sigue siendo) una pandemia mundial —la cual no solo causó tensión personal a cada uno de nosotros en la RCA, sino también la devastadora pérdida de varios santos amados— y el aplazamiento de la reunión del Sínodo General donde se habría de tomar decisiones para el futuro de la denominación. Además, todos estamos navegando, en diversos grados y en diversas maneras, en el dolor que viene con ese futuro incierto de nuestra denominación. A veces, esto nos ha hecho actuar en maneras poco deseables. Y esto no debe sorprendernos, porque gran parte de nuestra fe, nuestra historia, nuestra teología y nuestro sentido de pertenencia han estado conectados con esta denominación por mucho tiempo. Es mucho lo que está en juego.
Desde que comenzó la jornada de la Visión 2020, todos hemos experimentado una combinación de sentimientos tales como el amor, la esperanza, la creatividad, la constancia, la tristeza, el enojo, la frustración y la fatiga. En la versión inicial del informe escrito final que el equipo de Visión 2020 presentara al Sínodo General —informe publicado en el verano del 2020— también mencionamos la oportunidad que nos brinda este tiempo de espera. Esperábamos que este aplazamiento inesperado nos proveyera un tiempo de reflexión, un tiempo para acercarnos a Dios en oración y acercarnos los unos a los otros en una postura de disposición a escuchar.
Ciertamente, Dios también ha estado con nosotros a cada paso del camino. Hemos sentido la gracia de Cristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo en este difícil trabajo. También hemos sentido sus oraciones; y hemos recibido sus comentarios y palabras de aliento. Gracias por acompañarnos en esta jornada. Creemos que se avecina el final del camino de la Visión 2020. Y nuestra oración es que, al final del camino, se abra un nuevo horizonte ante nuestros ojos.
Mientras contemplamos ese horizonte, vemos que han surgido varias consideraciones nuevas. Una de ellas es el enfoque a las «reglas y reglamentos» que se incluye ahora en este informe como nuestra tercera recomendación; esta es la forma final de la propuesta concerniente a la separación llena de gracia. Bosquejamos lo que planeábamos que esta propuesta incluyese en nuestro informe original el año pasado, reconociendo que aún hacía falta formular el texto específico de la recomendación. Cuando se publicó nuestro informe escrito original en el verano de 2020, nuestro plan era que la tercera recomendación consistiese de los cambios propuestos al BCO que habrían de ser necesarios para facilitar las cosas que habíamos recomendado con respecto a la separación llena de gracia. Sin embargo, nuestro trabajo con la Comisión sobre el Orden de la Iglesia nos hizo ver rápidamente que otra ruta sería más eficaz en facilitar el espíritu de gentileza con el cual esperamos tratarnos los unos a los otros, un espíritu que no requiere cambios constitucionales. Esta ruta funciona al crear normas más específicas en el marco existente para las congregaciones que se separan de la RCA, marco que ya fue establecido por el Libro de Orden de la Iglesia. En la tercera sección de este informe, encontrará las razones por las que se adoptó este enfoque de «reglas y reglamentos» y una explicación detallada de dicho enfoque.
Tal vez se esté preguntando «¿Por qué está publicando el equipo de Visión 2020 otro informe? ¿Acaso el informe publicado en junio de 2020 no era el informe final del equipo?»
Queremos dejar en claro que este no es un informe completamente nuevo, sino una versión actualizada y más completa del informe publicado en junio del 2020. Cuando publicamos nuestro informe en junio del 2020, dejamos en claro —en el informe— que aún se debía hacer más trabajo en torno a nuestra tercera recomendación en el tiempo que faltaba para la siguiente reunión del Sínodo General, pues no se había incluido el texto de la recomendación. Fue, sencillamente, un bosquejo de lo que planeábamos proponer; pero los detalles específicos por los cuales se habría de pedir al Sínodo General que votara aún se tenían que desarrollar en consulta con la Comisión sobre el Orden de la Iglesia (CCO). Esta versión actualizada de nuestro informe reemplaza el bosquejo original de nuestra tercera recomendación con el producto final de nuestro trabajo con el CCO, e incluye una moción viable. Nuestra primera y segunda recomendaciones, con su texto explicativo acompañante, permanecen sin cambios. Aparte de la porción actualizada tocante a la tercera recomendación y a este nuevo prólogo, las únicas cosas en este informe que han cambiado son las fechas y referencias similares para garantizar la claridad, puesto que ha pasado más de un año (por ejemplo, una oración que decía “En la primera mitad de este año” en el informe de junio del 2020 diría ahora: “En la primera mitad del 2020”). Si desea leer nuestro informe de junio del 2020, puede encontrarlo aquí..
Aunque no es común que los informes escritos para el Sínodo General cambien desde el momento en que son publicados por primera vez hasta el momento en que son presentados al Sínodo General, se permite hacerlo. Típicamente hablando, solo hay un mes entre el momento de publicación de un informe y su presentación al Sínodo General durante la reunión. En este caso, hubo más de un año. El trabajo de nuestro equipo no culminó en junio del 2020, ya que no hubo un Sínodo General en el 2020 al cual pudiéramos presentar un informe. Reiteramos que el equipo de Visión 2020 no habrá completado su trabajo hasta que nuestro informe (y particularmente las mociones contenidas en el mismo) se haya presentado oficialmente ante el Sínodo General, y éste haya actuado sobre el mismo.
Además de las actualizaciones a nuestro informe, otros cuerpos han tenido la oportunidad de presentar propuestas al Sínodo General, de las cuales algunas pudieran tener el potencial de afectar o ser afectadas por las recomendaciones del equipo de Visión 2020. Aunque el equipo de Visión 2020 no tiene la potestad de aceptar o rechazar ninguna de estas propuestas, exhortamos que se discierna todo lo que se presente al sínodo, y que se considere cuidadosamente la manera en que algunas de estas propuestas pudieran intersecarse entre sí.
Finalmente, en nuestro informe publicado en el verano del 2020 se recomendó que el Sínodo General considerase que las tres recomendaciones de nuestro informe eran partes de una propuesta cohesiva, donde todas las partes trabajan juntas, y que se adoptaran las tres. Ahora bien, nuestras recomendaciones fueron diseñadas de tal manera que cada una de ellas puede ser autónoma. Por eso los delegados pueden decidir aprobar una o dos de las recomendaciones de nuestro equipo, pero no las tres, si así lo discierne el Sínodo General.
En fin, oramos por que el Espíritu Santo guíe su discernimiento y le conceda sabiduría, claridad y gracia. Oramos por que usted sea bendecido en el trabajo que haga en este sínodo, y por que Cristo sea glorificado. Y oramos por que Dios, el cual puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, reciba la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.
Introducción
Desde junio de 2018, el equipo de Visión 2020 ha estado investigando posibles escenarios para el futuro de la RCA. Les damos gracias por ayudarnos, por orar con nosotros, por ofrecer apoyo, dar retroalimentación y compartir sus esperanzas, sueños y sus mejores pensamientos. El siguiente informe es una síntesis de lo que hemos visto y escuchado y lo que proponemos como próximos pasos para nuestra querida denominación.
Al elaborar este informe, queremos reconocer que existen desafíos y oportunidades que enfrentamos en medio de la actual crisis mundial de salud. Nuestro principal desafío: la reunión de junio del 2020, en la que este informe que se hubiera entregado, se pospuso hasta junio del 2021, y luego se pospuso nuevamente hasta octubre del 2021. Así como es difícil para nuestro equipo esperar a que se complete nuestro trabajo, reconocemos que muchos otros están esperando ver cuál será el impacto final de ese trabajo: candidatos para el ministerio, seminaristas actuales y aspirantes, pastores, misioneros, personal y, en algunos casos, congregaciones enteras, classis y sínodos regionales. Nosotros les recordamos a ustedes y reconocemos esta tensión.
Aquí en la espera, también vemos oportunidades. Donde los delegados del Sínodo General suelen tener un mes para digerir informes como éste antes de reunirnos como un cuerpo completo, la pandemia nos dio 16 meses adicionales. Donde gran parte de la reflexión y discernimiento de los delegados acerca de las recomendaciones, a menudo tienen lugar de forma aislada para el Sínodo General, tuvimos tiempo para hacer ese importante trabajo en comunidad, mediante los eventos regionales. Como un equipo, sugerimos que el liderazgo de la RCA aprovechara el tiempo adicional que se nos dio creando oportunidades para el diálogo sobre el informe en todos los niveles de la denominación. También les animamos a ustedes, los delegados, a crear estas oportunidades entre cada uno. Ustedes hablaron con sus organismos locales, con sus vecinos (iglesias) dentro de sus classis, y con todos aquellos más allá de los límites del classis. Ustedes oraron sinceramente, y escucharon las formas en que nuestras pueden afectar a los que están de acuerdo con usted y los que ven las cosas de manera diferente. En fin, esperamos que ahora estén trayendo todas esas reflexiones y conversaciones con ustedes al Sínodo General 2021.
Qué esperar
En los párrafos y páginas que siguen, hay varias cosas que esperamos lograr. Primero queremos compartir un poco sobre cómo fue este proceso para nosotros y cómo lo abordamos. Conociendo el potencial impacto de este trabajo, ha sido un gran valor para nuestro equipo ser lo más transparentes posible con ustedes al comunicar nuestro proceso y progreso en el camino. Hemos intentado hacer esto fielmente, utilizando canales de comunicación oficiales de la RCA para ofrecer actualizaciones de noticias después de cada reunión, compartir los comentarios de las encuestas y proporcionar herramientas de discusión. Esperamos que esto les haya permitido sentirse invitados al trabajo, más que jugando un papel de observador. Haremos todo lo posible para continuar con este espíritu en lo que sigue.
En segundo lugar, esperamos hacer conexiones para usted entre el estudio, la oración, el diálogo en el que participamos y las recomendaciones que estamos haciendo para la denominación. Hicimos nuestro mejor esfuerzo para ir tan amplio como profundo en nuestras investigaciones y conversaciones, luchando con nuestra comprensión de lo que significa ser la Iglesia, el cuerpo de Cristo, y buscando ser fieles a nuestros valores y teología comunes en todas las cosas. Mientras no hay espacio para incluir la totalidad de nuestro trabajo en detalle, lo resumiremos para usted y lo ayudaremos a ver dónde las recomendaciones que hacemos han sido informadas por éste. Además, donde los detalles del trabajo que hemos realizado y los recursos que hemos reunido serían útiles para futuros grupos de trabajo, estaremos felices de hacerlos disponibles.
Finalmente, esperamos comunicar claramente nuestro mejor pensamiento sobre la realidad actual de nuestra denominación y los posibles caminos a seguir que hemos explorado.
Contexto histórico
Antes de sumergirnos en nuestro trabajo reciente y las formas en que puede afectar nuestra denominación, creemos que es importante observar brevemente el contexto histórico en el que se realizó este trabajo.
En 1974, la Comisión de Acción Cristiana, citando la “necesidad de expresión de la atención pastoral hacia aquellos quienes son rechazados por su identidad homosexual”, pidió la afirmación simultánea de “la enseñanza de la Biblia contra la práctica de la homosexualidad” y el “estudio de la homosexualidad en su relación con la vida y obra de la iglesia” (MGS 1974, p. 222). Esta recomendación mantenía en tensión la necesidad de ser definido (para afirmar la posición teológica de la RCA sobre la sexualidad humana) y un deseo de extender la atención a un grupo visto como viviendo en los márgenes. Podríamos verlo como el primero en una larga línea de esfuerzos de la RCA para responder las preguntas de “¿Qué dice Dios acerca de los hijos de Dios que se identifican de esta manera?” y “¿Cuál es la manera correcta para nosotros de estar juntos en una relación?” O dicho de otra manera: “¿Podemos estar en comunión entre nosotros si vemos esto de manera diferente?”.
Estas preguntas han continuado resurgiendo en los últimos 46 años, con varias propuestas, documentos, equipos de estudio y diálogos que intentan responderlas. En todo este tiempo y a través de todas estas acciones, el pueblo de Dios en todos los niveles de la denominación ha hecho todo lo posible para interpretar fielmente la voluntad de Dios para la iglesia en donde los que se identifican como lesbianas, homosexuales, bisexuales, transgénero, cuestionantes o aliados, están preocupados. Ha habido muchos momentos en los que realmente hemos sido la iglesia, acercándonos a Dios a través de la oración y la adoración, y acercándose unos a otros escuchando y buscando entenderse. Otros momentos han sido motivo de dolor, amonestación, confesión y arrepentimiento, cuando hemos olvidado a que Dios nos llama a ser como iglesia y en relación unos con otros.
Hace dos años, en el Sínodo General 2018, el entonces secretario general interino, Don Poest, compartió una necesaria y crítica observación; a saber, que estas preguntas nunca han sido respondidas en su totalidad a satisfacción de la denominación, y nuestros continuos intentos de responderlas finalmente nos están “impidiendo la misión en la que deberíamos centrarnos” (MGS 2018, p.18).
Con el apoyo del entonces candidato a secretario general Eddy Alemán y el Consejo del Sínodo General e informado mediante consulta con el Consejo de Ejecutivos del Sínodo (COSE), Don Poest propuso formar un equipo para examinar posibles caminos a seguir para la denominación. En la propuesta, el equipo fue dirigido a examinar y discernir a fondo (como mínimo) los siguientes tres escenarios:
- Permanecer juntos
- Reorganización y reconstitución radical
- Separación llena de gracia
El trabajo del equipo Visión 2020
Los miembros del equipo fueron nombrados por Don Poest y el secretario general Eddy Alemán en consulta con el Consejo del Sínodo General (GSC), y fueron elegidos para reflejar la amplia diversidad de la RCA, incluidos todos los sínodos regionales y concilios raciales / étnicos. Los miembros son los siguientes:
- Charlie Contreras: pastor de la Iglesia de la Fe (RCA) Munster Campus, Indiana; sirvió en el GSC hasta terminar su mandato el 30 de junio de 2021.
- Barbara Felker: pastora de desarrollo de liderazgo en Highbridge Community Church (RCA) en el Bronx, Nueva York; miembro del consejo de administración del Seminario Teológico de New Brunswick; vicepresidente de asociaciones estratégicas de la comunidad en Northwell Health (región de Brooklyn).
- Thomas Goodhart: pastor de la Iglesia Reformada Trinity en Ridgewood, Nueva York; sirvió en Iglesia Reformada Plattekill en Mount Marion, Nueva York; ex moderador de GSC.
- Brian Keepers: pastor de la Iglesia Reformada de la Trinidad en Orange City, Iowa; congregaciones servidas en Holland, Michigan y Sheldon, Iowa.
- Kristen Livingston: pastora de cuidado congregacional en la Iglesia Cristiana Reformada Ann Arbor en Ann Arbor, Michigan; sirve como ministro especializada para Great Lakes City Classis. Sirvió previamente en la Iglesia Reformada Abbe en Clymer, Nueva York.
- John Messer: ejecutivo regional del Sínodo de los Grandes Lagos; sirvió como pastor de la Iglesia Comunidad Buenas Nuevas (RCA) en Okoboji, Iowa.
- Christa Mooi: ministra de Palabra y Sacramento de la RCA que actualmente vive en Iowa; ex moderadora de GSC.
- Rudy Rubio: pastor de la Iglesia Reformada de Los Ángeles, un plantador de iglesias RCA en Lynwood, California.
- Diane Smith Faubion: anciana de la Primera Iglesia Reformada de Escocia, Nueva York; sirve en el consejo del Fondo de Crecimiento de la Iglesia; vicepresidente ejecutivo de First National Bank of Scotia.
- Marijke Strong: secretaria ejecutiva del Sínodo Regional de Canadá; Sirvió en la Iglesia Reformada Amistad en Holland, Michigan.
- Scott Treadway: pastor de la Iglesia Comunidad Reformada de Rancho en Temecula, California; presidente del Classis de California.
- Imos Wu: co-pastor de la Iglesia Reformada Memorial Bogart en Bogotá, Nueva Jersey; sirve en el GSC.
Alemán y Poest sirvieron como miembros ex officio sin voto.
NOTA: Al principio de este proceso en el 2018, los miembros del equipo de Visión 2020 hicieron un compromiso de dos años de servicio, el cual se suponía que culminase en el Sínodo General 2020. En el tiempo transcurrido desde junio del 2020 hasta ahora, cuatro miembros del equipo han tenido que renunciar porque sus circunstancias vivenciales les han impedido prolongar ese compromiso. El equipo los ha extrañado mucho, y valora la fidelidad de ellos y los cientos de horas que dedicaron al ministerio de la iglesia.
Desde el principio, el Equipo Visión 2020 sabía que la confianza era esencial para que un equipo tan diverso funcionara a un alto nivel. Así que pasamos una cantidad considerable de tiempo construyendo relaciones, aprendiendo sobre diferentes estilos de trabajo y puntos de vista sobre varios temas que consideraríamos y practicando la habilidad del diálogo. Entrenados y apoyados por los consultores Jim Herrington, Trisha Taylor y Ryan Donovan de The Leader’s Journey, la confianza creció y el diálogo auténtico y vulnerable se convirtió en la forma en que nos comprometimos a participar entre nosotros en nuestras reuniones.
Paralelamente a trabajar en la construcción de relaciones sólidas, durante nuestro primer año juntos, nos enfocamos en aprender todo lo que pudiéramos sobre el impacto que tendrían los tres escenarios propuestos en la denominación, su gente y el testimonio de Cristo al mundo. No es sorprendente que se convirtió rápidamente claro que ninguna de estas opciones sería fácil, simple o ideal. Solicitamos y nos concedieron tiempo significativo en el Sínodo General 2019 para que los delegados trabajen en grupos pequeños facilitados para participar en diálogos y comentarios sobre el trabajo de nuestro primer año en los tres escenarios. Esto reveló importantes temas para llevarnos al próximo año. Escuchamos de los delegados, su anhelo de unidad en nuestra denominación y reiteración de la dura verdad que hemos estado aprendiendo durante muchos años: que sería poco probable que encontremos esa unidad en torno al tema de la sexualidad humana. La RCA está profundamente atrapada y profundamente dividida sobre este tema, y ninguno de los muchos esfuerzos realizados hasta la fecha han producido un camino claro hacia adelante sin pérdida.
Nuestro objetivo para el segundo año de nuestro trabajo era reunir más comentarios de la denominación a través de una encuesta en línea, para entrevistar a varios líderes, expertos y equipos que podrían hablar sobre el impacto de nuestro trabajo y elaborar un informe final que informe las recomendaciones al Sínodo General 2020. Cuando nos reunimos en septiembre y octubre, reflejamos que nuestra denominación ha existido durante muchos años como, lo que llamaríamos “definido y conectado”. Con esto, queremos decir que estamos unificados en nuestras convicciones teológicas nucleares, historia y prácticas compartidas (normas y políticas de la RCA) y aún diversas (según lo permitido por nuestra política) en algunas de nuestras interpretaciones y prácticas donde no tenemos un acuerdo total (como la sexualidad, mujeres en liderazgo, control de armas, inmigración, calentamiento global, etc.). Combinamos los comentarios de delegados en el Sínodo General 2019 con ideas extraídas de la encuesta realizada por Mullins Consulting, Inc. Estos comentarios combinados revelaron que gran parte de la tensión que hemos estado experimentando puede derivarse de esta realidad: algunas personas se sienten cómodas para continuar en una denominación que es diversamente definida sobre tales temas, mientras que otros ven esto como una dilución insostenible de su posición teológica.
Esta comprensión nos llevó a ver los tres escenarios —permanecer juntos, reestructuración radical y separación— menos como mutuamente excluyentes y más como piezas que serían necesarias en nuestra final recomendación. Algunas iglesias se separarán, y queremos proporcionarles una manera de hacerlo bien. Algunos se quedarán, y queremos que lo sigan estando en una organización saludable para ellos. Por último, el paisaje en el que todos vivimos nuestra fe está cambiando rápidamente, y es posible que se necesiten nuevas estrategias para que la RCA no solo sobreviva sino que prospere en este contexto que cambia rápidamente. Nuestras reuniones a lo largo de la primera mitad del 2020 nos permitió inclinarnos tanto en la pérdida que reconocemos como inevitable como en la esperanza que viene con visionar de algo nuevo.
Recomendaciones y fundamentos
Originalmente se nos pidió imaginar qué significaría para la denominación embarcarse en uno de los tres caminos posibles: permanecer juntos, reorganizar radicalmente la denominación o separación llena de gracia. Durante nuestro tiempo juntos, hemos llegado a creer que el futuro más fructífero para la RCA involucraría las tres cosas. Ya somos conscientes de que algunas iglesias planean abandonar la denominación independientemente de las decisiones que se tomen, y estas congregaciones merecen una considerada y generosa separación. Otros están comprometidos a quedarse y ayudar a dar forma a lo que quede en una organización equipada para vivir en tensión teológica y prosperar en un contexto cambiante. Queremos dar a ellos nuestro mejor razonamiento sobre cómo puede ser eso. Algunos esperan ver lo que viene de este informe antes de elegir sus caminos. Hemos tenido en cuenta a estos tres grupos al elaborar lo que sigue.
Basado en nuestro tiempo juntos, nuestro estudio de datos relevantes y las muchas formas generosas en que los miembros de la RCA han respondido a nuestro trabajo hasta la fecha, presentamos las siguientes recomendaciones al Sínodo General 2021. Si bien esperamos y recomendamos que los tres sean adoptados, los hemos estructurado de tal manera que cada uno pueda existir independientemente de los demás.
Recomendación 1—Reestructuración
Antes del Sínodo General del 2018, el Consejo de Ejecutivos del Sínodo (COSE) presentó un informe al Consejo del Sínodo General (GSC) que resume su comprensión de la “realidad actual” de la Iglesia Reformada en América. En ese informe, el COSE describió su sentido general del estado actual de la denominación y de los informes anecdóticos futuros y compartidos de sus regiones específicas sobre creencias y prácticas en torno al tema de la sexualidad humana. El informe pintó una imagen de una denominación diversa en la creencia, práctica e incluso prioridades. Si bien fue difícil para el grupo llegar a un consenso sobre cómo la realidad actual debe definirse, estaban unidos en su afirmación de que se necesitaba un cambio profundo para abordar tanto la actual división en torno a temas controvertidos, como en las diversas áreas de disfunción organizacional.
Tras el informe COSE, Don Poest pidió la formación de nuestro Equipo Visión 2020 (como se menciona anteriormente en este informe). Una de las formas en que el equipo pasó tiempo en nuestro primer año juntos fue reflexionar sobre nuestro pasado, presente y futuro potencial como denominación. Miramos obras como Lealtad y Pérdidas[1] de Lynn Japinga para conocer nuestro pasado, el informe COSE y los datos de las encuestas recopiladas de nuestra membresía para comprender el presente, y la experiencia de George Bullard[2] para ayudarnos a pensar donde muchas denominaciones, y la nuestra en particular, parecen estar dirigidas.
Al reflexionar sobre lo que aprendimos, surgieron algunos temas clave que darán contexto a la recomendación que sigue:
- La tensión y el conflicto que enfrentamos hoy no son nuevas realidades. Ha habido numerosos puntos, especialmente en los últimos 70 años, donde la RCA ha estado en un punto muerto. Puntos de desacuerdo y tensión han incluido diferencias de opinión sobre cosas como asociaciones ecuménicas, justicia social / participación política, fusión con otra denominación, comunismo, reestructuración interna, el Heraldo de la Iglesia, modelos de plantación de iglesias,mujeres en el ministerio y sexualidad humana.[3] Esto significa que actualmente enfrentamos algo que habíamos anteriormente resistido, pero también significa que es probable que estemos aquí nuevamente si no encontramos una manera de manejar el conflicto de manera diferente.
- 2. Desde mediados de la década de 1990, alrededor de dos tercios de las denominaciones en América del Norte han cambiado de un modelo de “entrega de productos” en el que la sede principal (Sínodo General) diseña un específico “producto” y lo envía a las sucursales (regiones y classis) para su distribución a las personas. En cambio, han cambiado a un modelo donde la asamblea corporativa faculta a un personal para equipar a los grupos regionales y locales con las herramientas que necesitan, pero los alienta a utilizar dichas herramientas de la mejor manera con la que el Espíritu está haciendo localmente. Esto es lo que las denominaciones que prosperan están haciendo (Bullard). La RCA aún no ha hecho este cambio, pero nos estamos moviendo en esta dirección con algunas de nuestras iniciativas.
- George Bullard considera que la RCA está formada por tres o cuatro grupos con entendimientos y prioridades únicas: el Oeste, el Este, y Iowa/Canadá/el Medio Oeste (con Michigan siendo similar tanto al Este como al Medio Oeste, dependiendo de qué classis o congregación uno considere). El informe COSE y la segunda de las encuestas que encargamos revelan identidades regionales similares funcionando. Estos informes parecen indicar que ya hemos orgánicamente cambiado de una identidad corporativa más grande a identidades más regionales.
- Según Bullard, se necesitan 2,000 iglesias para ser una denominación de servicio completo. Tenemos menos de 1,000 hoy, y nuestros números están disminuyendo. Puede que no seamos lo suficientemente grandes como para soportar asambleas binacionales, regionales y locales, a menos que estén muy bien definidas y sean discretas las unas con las otras en función. Las congregaciones locales no quieren financiar una estructura que no les está entregando valor y ayudar en avanzar en su misión. Necesitamos considerar fuertemente los roles de nuestras asambleas binacionales, regionales y locales y mirar las experiencias de otras pequeñas denominaciones para ver la forma más eficiente y efectiva de estructurarnos. Esto probablemente significa disolver nuestros sínodos regionales y reestructurar nuestros classis en un modelo de afinidad.
- Los resultados de la segunda encuesta sugieren que deseamos la unidad, pero que no estamos seguros de qué nos une. Queremos centrarnos en la misión, pero hay una comprensión diversa de lo que esa misión es. Compartimos un fuerte deseo de ser fieles a la Palabra de Dios, pero no sabemos cómo funcionar cuando diferimos en nuestra interpretación de ello. Centrándonos en los más altos niveles de nuestra organización en torno a las cosas en las que todos podemosestar de acuerdo y otorgando autoridad para decidir las cosas que no podemos acordar a nivel local puede ser la mejor manera de aumentar nuestra efectividad y reclamar parte de la unidad que sentimos que hemos perdido en este conflicto.
Sabemos que enfrentaremos más pérdidas en los próximos años, y aún no podemos saber el impacto total de esa pérdida. Algunas iglesias dejarán la denominación, y sentiremos el impacto de eso en nuestras relaciones y nuestras operaciones. Sin embargo, sabemos que habrá quienes se queden. Mientras investigábamos varias opciones posibles para la futura estructura de la denominación, creemos que una reestructuración debería en última instancia, ser detallada e implementada por quienes permanezcan dentro de la RCA. Tendría poco sentido para miembros que tengan la intención de irse voten acerca de lo que sucederá con la denominación después de su salida. Por esa razón, no recomendamos cambios específicos del Libro de Orden de la Iglesia de RCA para reestructuración ser votados en este Sínodo General. Para reiterar, creemos que esos cambios detallados deberían decidirse por aquellos que permanezcan en la denominación. Sin embargo, reconociendo que algunos se sentirán indecisos sobre su futuro con la denominación hasta que tengan más claridad sobre lo que deparará ese futuro, queremos instar a considerar seriamente algunos de los cambios que creemos que le darán a la RCA la mejor oportunidad de un camino saludable a seguir.
Creemos que un equipo debe encargarse del trabajo específico de reestructurar la denominación de una manera que está profundamente informado de nuestra eclesiología (nuestra teología de lo que significa ser la iglesia) y busque optimizar nuestra sostenida salud espiritual y organizacional para el siglo XXI. Este equipo debe incluir varios miembros del personal ejecutivo actual de la RCA, así como representación de aquellas asambleas regionales o locales que han expresado su intención de permanecer en la denominación. Basado en la investigación mencionada anteriormente, creemos que la mejor oportunidad de éxito incluirá una estructura en la cual:
- Los classis se reorganizan basados en afinidad en lugar de geográficamente, con la capacidad de cualquier iglesia para elegir el classis al que pertenecer. Ya estamos viendo este tipo de relaciones de afinidad que buscan las congregaciones tanto dentro como fuera de la RCA. Hace sentido que nuestras iglesias deberían tener la capacidad de alinearse en torno a valores compartidos, entendimiento y prácticas.
- Los classis son responsables de las decisiones relacionadas con la ordenación y el matrimonio. Esto terminaría el debate a nivel del Sínodo General sobre estos temas y encaja naturalmente con la propuesta del modelo de afinidad para los classis.
- La disciplina de los consistorios individuales ocurre a nivel de classis.
- La viabilidad, responsabilidad y efectividad de los sínodos regionales y del Sínodo General son examinados a la luz del tamaño, el alcance y la estructura de la denominación que queda. Nuestra investigación muestra que la futura RCA no será lo suficientemente grande como para sostener el avance de la asamblea del sínodo regional. Un escenario sería por classis afines y el Sínodo General para asumir las responsabilidades de las regiones. Opciones como esta necesitan ser evaluadas y decididas por aquellos que permanezcan en la denominación.
Recomendación 1
Dirigir al Consejo del Sínodo General para que nombre un equipo de al menos 10 pero no más de 15 personas encargadas del trabajo específico de desarrollar un plan de reestructuración para la denominación con miras a optimizar la sostenida salud espiritual y organizativa de la RCA, en consulta con la Comisión de Orden de la Iglesia y cualquier otro organismo que considere necesario. Este equipo debe estar compuesto por varios miembros del personal ejecutivo de RCA y por representantes de toda la RCA provenientes de asambleas regionales o locales que han expresado su intención de permanecer en la Iglesia Reformada en América, y deben ser representantes de las formas raciales, étnicas, de género, de edad, socioeconómicas, geográficas y de otro tipo de diversidad presente en la RCA. Este equipo debe usar los cuatro principios establecidos anteriormente, ya que hace su trabajo y debe traer cualquier recomendación de reestructuración que requiera aprobación del Sínodo General, incluyendo cualquier cambio propuesto al Libro de Orden de la Iglesia, al Sínodo General del 2023.
Nota: El Comité de Referencias pudiera determinar que esta recomendación tiene repercusiones financieras que requieren una cuota adicional. De ser este el caso, se añadirá ese monto a la recomendación en el cuaderno del Sínodo General.
Recomendación 2—Una nueva agencia misionera
Hemos tenido múltiples oportunidades durante nuestros dos años juntos como equipo para celebrar la fidelidad de Dios en los buenos esfuerzos de nuestra denominación para ver el evangelio extendido a todas partes del mundo. Al mismo tiempo, hemos tenido que enfrentar algunas verdades difíciles sobre la disminución de la membresía de la RCA. Durante muchos años, el número total de miembros confesantes de las congregaciones RCA ha disminuido.
Desde 1992, hemos perdido un promedio de 1 por ciento por año, y hemos sabido informalmente de la intención de Classis enteros de salir de la denominación en un futuro cercano. Estas pérdidas han hecho y continuarán haciendo cada vez más difícil financiar el trabajo de una denominación de servicio completo, que llama a preguntarnos si muchas de las buenas obras que ha comenzado la RCA finalmente podrán continuar.
Gran parte de lo que el Equipo de Visión 2020 ha escuchado de la RCA en el transcurso de nuestro trabajo refleja un compromiso corporativo y un deseo de preservar esta parte del legado de la RCA: la expansión y fortalecimiento del reino de Dios a través de misiones globales. Cuando pensamos en la realidad del declive en números y lo que la separación o una reestructuración podría significar para la organización, esta es una de las cosas que nadie quiere perder. Además, a veces hay aspectos de una denominación (a menudo no relacionados con misiones) que dificultan a las organizaciones externas a establecer una asociación de misiones con ella. Como un equipo, nos preguntamos si podría haber una manera de preservar y ampliar las formas en que Dios ha bendecido nuestra denominación en misión global e invitar aún a más personas a participar en ese trabajo. Nosotros también vemos esto como una forma en que todos, independientemente de su decisión de irse o quedarse, puedan seguir estando conectados a ese legado. Creemos que la siguiente recomendación es la mejor manera de lograr esto.
Recomendamos que se forme una nueva agencia misionera sin fines de lucro independiente de la RCA (pero en asociación con la RCA) para albergar lo que actualmente constituye el trabajo de la RCA en misiones globales. Podemos encontrar inspiración para esta idea en las prósperas agencias misioneras para-denominacionales como Wycliffe, New Tribes Mission (Ethnos360), Operación Movilización (OM), Misión Interior de China (OMF International), Pioneers, SEND International, y Africa Inland Mission. Esta organización específica continuaría con el legado de las Misiones reformadas, mientras que con el apoyo de las iglesias en hacer discípulos, el desarrollo del liderazgo, la formación espiritual para la próxima generación y el compromiso misional local, permanecerían en la RCA a través de iniciativas como Transformed & Transforming (Transformado y transformando)
La RCA tiene una rica historia de formación de agencias que sirven bien a la iglesia, incluidas el Fondo de Crecimiento de la Iglesia (Church Growth Fund) y la Junta de Servicios de Beneficios. Estas agencias están estructuradas para servir a la iglesia en general, si las congregaciones locales eligen usarlas. Del mismo modo, todas las iglesias RCA, así como las iglesias fuera de la denominación, serían invitadas a participar y ser equipadas por el trabajo de esta nueva agencia misionera para-denominacional. Esto podría incluir el apoyo financiero general de la agencia, apoyo financiero específico de misioneros, apoyo de oración, viajes a corto plazo y asociaciones de proyectos. Vemos esto como una forma de preservar y expandir las formas en que Dios nos ha bendecido e invitar a más personas a participar en ese trabajo. También vemos esto como una forma en que todos, independientemente de su decisión de irse o quédese, podrían seguir conectados a ese legado.
Si bien el liderazgo de esta nueva agencia de misiones necesitaría ser determinada por aquellos encargados de formar la agencia, reconocemos que las habilidades y la experiencia necesarias pueden estar fácilmente disponibles en personal actual de la RCA, por lo que las decisiones sobre el personal de la agencia tendrían que tomarse en consulta con el personal ejecutivo de la RCA. La financiación también sería, en última instancia, responsabilidad de la junta de la nueva agencia, pero El Equipo Visión 2020 cree que la RCA podría optar por sembrar este trabajo con fondos del actual presupuesto de Misión Global RCA. El financiamiento futuro probablemente se encontraría a través de donaciones (principalmente para misiones e iniciativas similares), así como las tarifas cobradas por los servicios.
Ante la dura verdad de que nuestra denominación se está reduciendo y que Misiones Globales no es la única parte de nuestro trabajo que vale la pena preservar a largo plazo, también vemos a esta agencia como un hogar potencial para otras funciones e iniciativas de la RCA, si eso fuera necesario en el futuro. Por esa razón, nosotros recomendamos que la misión de la agencia (como se indica en los documentos fundacionales) se defina en términos amplios suficientes como para que sea posible absorber otros esfuerzos y servicios de la RCA en el futuro. Nosotros imaginamos, que si se aprueban tanto esta recomendación como la recomendación de reestructuración, el equipo de reestructuración tendría en cuenta estas cosas en su trabajo.
Recomendación 2
Formar una nueva agencia misionera sin fines de lucro independiente de la RCA que albergará lo que actualmente conforma el trabajo de la RCA en misiones globales; y además,
Dirigir al GSC (Consejo del Sínodo General) para formar un equipo de implementación que se encargará de incorporar la nueva agencia como una 501 (c) (3), redactando estatutos y reclutando una junta directiva, que luego será responsable de nombrar un director ejecutivo para la nueva agencia de la manera especificada en los estatutos. El equipo de implementación debe trabajar estrechamente con el equipo de Misión Global de la RCA para garantizar el cuidado diligente de los misioneros actuales de la RCA durante la transición a la nueva agencia. Y además,
Encomendar al secretario general que transfiera una parte del presupuesto actual de las misiones RCA a la nueva agencia como capital inicial (a determinar por el secretario general en consulta con GSC (Consejo del Sínodo General); y además,
Instar a las iglesias e individuos de la RCA que actualmente apoyan a los misioneros y los proyectos de misión a través de acciones de Partnership-in-Mission (PIM) para continuar ese apoyo a través de la nueva agencia.
Nota: El Comité de Referencias pudiera determinar que esta recomendación tiene repercusiones financieras que requieren una cuota adicional. De ser este el caso, se añadirá ese monto a la recomendación en el cuaderno del Sínodo General.
Un informe minoritario sobre la Recomendación 2 sigue al final de este informe.
Recomendación 3—Separación mutuamente generosa
Esperamos que las dos propuestas anteriores, una vez presentadas formalmente al Sínodo General, sean adoptadas por la denominación y que satisfagan muchas de las necesidades que hemos escuchado expresadas. Algunos que han considerado abandonar la denominación pueden optar por quedarse y ver la reestructuración como una oportunidad de dar nueva vida a una organización que aman. Otros aun pudiendo irse podrán encontrar próximamente una conexión con su antigua denominación a través de la nueva agencia misionera. Aún otros pueden decidir forjar un camino completamente nuevo, para buscar el llamado de Dios en sus vidas a través de otras relaciones y asociaciones.
Reconociendo que cierta separación es inevitable, creemos que la RCA tiene la oportunidad de actuar de una manera ejemplar al proporcionar un camino de salida generoso para aquellas iglesias que deciden irse y por invitar a esas iglesias a actuar también generosamente. Si bien el proceso actualmente descrito en el Libro de Orden de la Iglesia (BCO) de la RCA (Capítulo 1, Parte II, Artículo 10, Sección 3-6 [edición de 2019, págs. 40-44]) permite a un classis ser generoso con una iglesia que solicita separarse de la denominación, también permite a un classis negar la petición de separación de una iglesia o ser menos generoso al otorgar la separación. Dado que estamos entrando en un período en el que probablemente habrá más peticiones de las que se han presentado típicamente, creemos que es el momento adecuado para proporcionar más dirección para este proceso de modo que se prescriba generosidad en lugar de simplemente permitido.
En nuestra conversación con la Comisión sobre el Orden de la Iglesia, nuestro equipo ha llegado a la conclusión de que tal dirección podría ser provista al proponer que el Sínodo General adopte reglas y reglamentos para el proceso actual en cuanto a considerar una solicitud para separarse de la RCA, en vez de proponer cambios al BCO mismo. La adopción de reglas y reglamentos está autorizada específicamente en la Sección 1 de “Reglas y Enmiendas del Gobierno de la Iglesia Reformada en América y de los Procedimientos Disciplinarios” del BCO (edición de 2019, p. 79):
Sec. 1. El Sínodo General tendrá el poder para hacer todas las reglas y reglamentos necesarios para poner en efecto cualquiera y todos los artículos del Gobierno, los Procedimientos de Disciplina, los Formularios y la Liturgia de la Iglesia Reformada en América (Adoremos y Celebremos).
Aunque este enfoque sea poco convencional y no se haya usado recientemente, tiene un número de ventajas sobre el adoptar enmiendas al BCO que limitarían la capacidad de las classis de denegar una petición. (Para comentarios útiles y precedentes históricos, véase Allan J. Janssen, Teología constitucional, 2ª edición, pp. 245-248).
Proponer enmiendas al BCO tiene la desventaja de requerir el voto de dos terceras partes de las classis y un periodo de espera de un año para el voto final del Sínodo General, suponiendo que las enmiendas sean adoptadas primero por el Sínodo General.
Es ventajoso recomendar reglamentos para la implementación de los procesos actuales del BCO , ya que se establecerían protocolos para la consideración de todas las peticiones de separarse de la denominación o de trasladarse a otra classis en la RCA. Estos reglamentos se harían cumplir mediante el proceso de quejas ya provisto para lidiar con una infracción o falta de cumplimiento con “otras leyes y reglamentos de la iglesia” (BCO Cap. 2, Parte II, Art. I, Sec. 1 [2019, p. 93]). Si los sínodos regionales aceptan seguir los reglamentos adoptados por el Sínodo General, se podría resolver cualquier queja de manera oportuna.
Ya que la adopción de reglamentos requiere solamente un voto de mayoría por parte del Sínodo General, se podría implementar de inmediato los protocolos para aprobar tales peticiones, eliminando la necesidad de “cartas de intención” y de reglas para la generosidad retroactiva. Si los reglamentos fueren adoptados por una mayoría calificada del Sínodo General, podrían recibir amplio apoyo como una solución de «sentido común» para los objetivos expresados en la Recomendación 3. Sin embargo, por cuanto los reglamentos pueden ser adoptados por una mayoría, también pudieran ser enmendados o abrogados por una mayoría simple en un Sínodo General futuro. Estamos confiados en la cuidadosa composición de estos reglamentos; y aunque algunas “modificaciones” pudieran ser útiles en los años venideros basados en la experiencia misma, de ser aprobados estos reglamentos, recomendamos encarecidamente que permanezcan en efecto hasta la «disposición crepuscular» en el 2026.
Reglamentos propuestos para la consideración de transferencias de iglesias
Los siguientes reglamentos propuestos se relacionan con el Libro de Orden de la Iglesia de la RCA (Capítulo 1, Parte II, Artículo 10, Secciones 3-6 [edición de 2019, pp. 40-44]).
Recomendación 3
Adoptar los siguientes reglamentos propuestos con respecto al Libro de Orden de la Iglesia de la RCA, Capítulo 1, Parte II, Artículo 10, Secciones 3-6 (edición de 2019, pp. 43-47):
- Introducción
Los reglamentos que se proponen a continuación son provistos para los clásis que estén considerando solicitudes de sus iglesias miembros para separarse de la denominación. La Comisión sobre el Orden de la Iglesia sigue estando disponible para asesorar a quienes tengan preguntas de interpretación sobre las disposiciones del BCO , al igual que sobre estos reglamentos. Las peticiones de transferencia solo se consideran cuando un consistorio presenta una solicitud siguiendo el proceso descrito en el BCO. No hay disposiciones en el BCO para la transferencia de iglesias, excepto una iglesia a la vez o que una iglesia puede convertirse en “independiente”, o sea, separarse de la denominación y no unirse a ninguna otra denominación. El Dictionary of Christianity in America define ‘denominación’ como “una asociación o una hermandad de congregaciones en una religión las cuales tienen las mismas creencias o el mismo credo, realizan prácticas similares, y colaboran mutuamente para desarrollar y mantener las empresas que tienen en común”.[4] Se provee por separado un proceso de traslado para los ministros de la Palabra y el sacramento, y el ministro tiene que completar este proceso aparte del proceso de trasladar una iglesia.
La mayoría de los siguientes reglamentos tienen que ver con la relación financiera y los compromisos de una iglesia con las agencias y las asambleas de la RCA, con la meta de permitir que una iglesia local retenga sus propiedades y otros activos, mientras que solo sería responsable de cualquier pasivo. -
- Disposiciones inalteradas
Las siguientes disposiciones del Artículo 10 siguen siendo aplicables, y están inalteradas por los reglamentos proscritos:- Se debe presentar una petición del consistorio, por escrito, al secretario del clásis.
- El consistorio tiene que presentar pruebas, por escrito, de que otra denominación recibiría sin reservas a esta iglesia.
- El comité del classis tiene que reunirse con la congregación, con el consistorio de la iglesia, y con los representantes de la denominación a la cual la iglesia desea afiliarse.
- El comité del classis se esforzará por determinar la voluntad de la congregación en una reunión efectuada de acuerdo a las formalidades del Capítulo 1, Parte II, Artículo 10, Sección 4c del BCO.
- El comité del classis presentará su informe al secretario del classis en o antes de seis meses después de su nombramiento, anunciando sus hallazgos y recomendaciones.
- El informe será considerado por el classis en una reunión regular o especial efectuada en un plazo de sesenta días después de que el secretario lo haya recibido.
- El interés de la denominación sobre la propiedad de la iglesia que está separándose de la denominación no será completamente abandonado hasta que la iglesia haya cumplido con los requisitos del Capítulo 1, Parte II, Artículo 10, Sección 5 del BCO (con la posible excepción del pago de préstamos del Fondo de Crecimiento de la Iglesia).
- Los consistorios deberán cumplir con todas y cada una de las obligaciones pendientes que tienen como empleadores adoptantes para financiar adecuadamente todas las cuentas mantenidas para sus empleados en los planes de jubilación (es decir, la Junta de Servicios de Beneficios o el plan del Sínodo Regional de Canadá), como prometido en las disposiciones del formulario de convocatoria (BCO, Formulario No. 5 [edición de 2019, pp. 134-135]) y se describe en el Capítulo 1, Parte I, Artículo 2, Sección 7 del BCO (edición de 2019, p. 15).
- En el caso de disolución de tal iglesia dentro de un período de cinco (5) años después de que el clásis haya aprobado la petición de separarse de la denominación, tal propiedad, tanto los bienes raíces como la propiedad personal, o el producto de la venta de dicha propiedad, deberá ser entregado, transferido o traspasado al clásis del cual el derecho a separarse fue recibido.
- Reglamento.
Este reglamento se aplicará de manera uniforme en toda la denominación durante este período de respuesta al informe de la Visión 2020. El reglamento reconoce que el reino de Cristo es más abarcador que cualquier iglesia, classis o denominación específica. Por lo tanto, para determinar lo que más conviene al reino de Cristo, se requiere mantener diversos factores en equilibrio.- Petición para separarse de la RCA y afiliarse con otra denominación. Cuando se considere una petición para separarse de la denominación a fin de afiliarse con otra denominación, cada classis tiene que aplicar las estipulaciones del Artículo 10, según interpretadas por las siguientes reglas:
- El classis tendrá la deferencia de aceptar la decisión del consistorio y la congregación con respecto a la pregunta de cómo conviene servir al reino de Cristo en este asunto. El classis aceptará que la iglesia ya no puede funcionar eficazmente en su relación presente, y que —basándose en la petición— se puede mejorar la efectividad de tal congregación como iglesia local si se afiliara con otra denominación.
- El classis tiene que permitir que una iglesia se separe de la denominación con su propiedad y otros bienes si dicha iglesia ha presentado una petición como lo dispone el Artículo 10 y está cumpliendo con los requisitos del BCO, sujeto a las siguientes condiciones:
- El consistorio ha adoptado una recomendación de separación por el voto de tres cuartas partes de los miembros del consistorio.
- La congregación ha aprobado la recomendación del consistorio mediante el voto de tres cuartas partes en una reunión congregacional convocada con el fin de considerar la transferencia.
- Si la congregación ha aprobado la recomendación del consistorio, pero con menos de una mayoría de tres cuartas partes, el classis tiene que considerar el porcentaje del voto congregacional, una transferencia reciente de propiedad a la iglesia, la condonación o el ajuste de las cuotas o las deudas, y la reciente inversión de fondos del classis en el ministerio de la iglesia, cuando considere dividir los bienes de la iglesia.
- A la iglesia que se esté separando se le anima a seguir apoyando al personal misionero de la RCA y a las asociaciones de Misión Global (personas e iniciativas misioneras con las que ya se ha comprometido financieramente); y también se le anima a avisar con tiempo antes de cortar estas relaciones de apoyo.
- En todos los casos donde una iglesia se separa de la denominación antes de caducar estas reglas, la iglesia tiene que pagar todas las cuotas al classis (incluidas las cuotas por el trabajo del Sínodo General y del sínodo regional), de la siguiente manera:
- Debido a la iglesia que se separa, el Sínodo General y el sínodo regional cobrarán una cuota al classis durante un año (cuatro trimestres consecutivos, comenzando con el trimestre en que se presentó la petición al secretario del classis). Todos los cuatro trimestres se calcularán basados en los datos del formulario de informe consistorial (“CRF”) y en la tasa de cuotas que esté vigente al momento en que se presente la petición, aunque uno o más trimestres probablemente se cobren en el próximo año de cuotas.
- El método empleado para los cálculos consiste en los trimestres del calendario: el primer trimestre es 1 de enero-31 marzo; el segundo trimestre es 1 de abril-30 de junio; el tercer trimestre es 1 de julio-30 de septiembre; y el cuarto trimestre es 1 de octubre-31 de diciembre.
- El método entrará en vigor inmediatamente tras ser adoptado por el Sínodo General para todas las peticiones presentadas tras su adopción.
Ejemplo A:
La Primera Iglesia Reformada presenta una petición el 3 de febrero de 2022. El secretario notifica al Sínodo General empleando un formulario provisto del cual también se envía una copia al sínodo regional. La denominación deja oficialmente libre a la iglesia en agosto de 2022. Por cuanto se presentó la petición en el primer trimestre de 2022, el classis tiene que pagar la cuota de la membresía de FRC para todos los cuatro trimestres de 2022, según la tasación de 2022, empleando los datos estadísticos de la iglesia que estaban vigentes para el 2022 (esto es, según el CRF de 2020). Después del 2022, la factura de la cuota del classis ya no incluye la Primera Iglesia Reformada.
Ejemplo B:
La Primera Iglesia Reformada presenta una petición el 3 de agosto de 2022. El secretario notifica al Sínodo General empleando un formulario provisto del cual también se envía una copia al sínodo regional. La denominación deja oficialmente libre a la iglesia en enero de 2023. Por cuanto se presentó la petición en el tercer trimestre de 2022, el classis tiene que pagar la cuota de la membresía de FRC para el tercer y el cuarto trimestre de 2022, además de los primeros dos trimestres de 2023, según la tasación de 2022, empleando los datos estadísticos de la iglesia que están actualmente vigentes (esto es, según el CRF de 2020). Después del segundo trimestre de 2023, la factura de la cuota del classis ya no incluye la Primera Iglesia Reformada. - Para todas las peticiones presentadas antes de la adopción de estos reglamentos, el Sínodo General y el sínodo regional seguirán cobrando al classis la cuota de la iglesia que se separa, y esto hará por el resto del año calendario en el cual la RCA deja oficialmente libre a la iglesia (esto es, no a partir de la fecha de presentación) y también en el año calendario subsiguiente, basado en los datos del formulario de informe consistorial (“CRF”) y las tasas de cuotas que estén en efecto para cada año. *Nota: este es el método que está vigente en la actualidad.
Ejemplo C:
La Primera Iglesia Reformada presentó una petición del 1 de julio de 2021. La denominación deja libre oficialmente a la iglesia el 15 de noviembre de 2021, y por cuanto la iglesia ya no es una congregación organizada de la RCA el 31 de diciembre de 2021, no envía un CRF de 2021. Al classis se le cobra la cuota por la membresía de FRC durante el resto de 2021 (según la tasación de 2021, basada en los datos estadísticos del CRF de 2019) al igual que el 2022 (según la tasación de 2022, basada en los datos estadísticos del CRF de 2020). Ya que la congregación no está en el CRF de 2021, al classis no se le cobra por su membresía en el 2023.
Ejemplo D:
La Primera Iglesia Reformada presenta una petición el 1 de octubre de 2021. La iglesia es todavía una congregación organizada de la RCA a eso del 31 de diciembre de 2021, y por eso presenta un CRF de 2021. La denominación deja libre oficialmente a la iglesia el 15 de febrero de 2022. Al classis se le cobra por la membresía de FRC durante el resto de 2022 (según la tasación de 2022, basada en los datos estadísticos del CRF de 2021). La congregación no presenta un CRF en 2022 (por cuanto había dejado de ser una congregación organizada de la RCA antes del 31 de diciembre de 2022), y de esta manera al classis no se le cobra cuota por su membresía en el 2024.
- A los classis se les exhorta que adopten el mismo método que emplean el Sínodo General y los sínodos regionales (explicado arriba) cuando calculan las cuotas que queden para una congregación que se separa, como parte de la aprobación de la petición para separarse.
- Debido a la iglesia que se separa, el Sínodo General y el sínodo regional cobrarán una cuota al classis durante un año (cuatro trimestres consecutivos, comenzando con el trimestre en que se presentó la petición al secretario del classis). Todos los cuatro trimestres se calcularán basados en los datos del formulario de informe consistorial (“CRF”) y en la tasa de cuotas que esté vigente al momento en que se presente la petición, aunque uno o más trimestres probablemente se cobren en el próximo año de cuotas.
- Cuando fuere aplicable, una iglesia tiene que saldar los préstamos y otras obligaciones para con los classis y los sínodos regionales, según lo acordado por aquellas organizaciones y de acuerdo con las reglas y los estatutos de esas organizaciones, a menos que se dé una autorización específica por escrito para continuar el pago regular de dichos préstamos.
- Si la iglesia proporciona autorización por escrito de parte del Fondo de Crecimiento de la Iglesia para mantener un préstamo existente sin pago inmediato, tal autorización constituye un compromiso específico por acuerdo de las partes, según lo dispone el Artículo 10, Sección 5a, y no será motivo para denegar la petición, retener propiedad alguna de la iglesia, o desviarse de estos reglamentos.
- Si una iglesia se disuelve en el período especificado en el Artículo 10, Sección 6, y el classis del cual se separó ya no existiere, entonces se deberá interpretar que las referencias al «classis» en el Artículo 10, Sección 6, incluyen al sucesor del classis, lo cual pudiera incluir a un sínodo regional o al Sínodo General.
- Antes de aprobar la separación, una iglesia y el classis deberán hacer que declaraciones similares a las siguientes sean:
- registradas en el archivo público, indicando que el classis, o su sucesor, tiene derecho a la propiedad tras la disolución:
Este afidávit concierne a los bienes inmuebles descritos a continuación, los cuales están situados en [inserte el nombre del municipio], [inserte el nombre del país], [inserte el nombre del estado, provincia o territorio]:
[Inserte el nombre del classis] ha concedido a [inserte nombre de la iglesia] su solicitud de separarse de la denominación Iglesia Reformada en América (“RCA”) y transferirse a la denominación [inserte el nombre de la denominación]. Como contraprestación por la aprobación de la solicitud de [nombre de la iglesia] de separarse, [nombre de la iglesia] acepta que, en caso de la disolución de [nombre de la iglesia o de su entidad sucesora] en un período de cinco años después de que [nombre del classis] haya aprobado una petición de separación de la RCA, las susodichas propiedades de [nombre de la iglesia] o de su entidad sucesora, tanto inmuebles como muebles, o el dinero devengado por la venta de tal propiedad, será traspasada, transferida o entregada a [nombre del classis] o su entidad sucesora. - añadido a los Artículos de Incorporación de la iglesia:
[Inserte el nombre del classis] ha concedido a [inserte nombre de la iglesia] su solicitud de separarse de la denominación Iglesia Reformada en América (“RCA”) y transferirse a la denominación [inserte el nombre de la denominación]. Como contraprestación por la aprobación de la solicitud de [nombre de la iglesia] de separarse, [nombre de la iglesia] acepta que, en caso de la disolución de [nombre de la iglesia o de su entidad sucesora] en un período de cinco años después de que [nombre del classis] haya aprobado una petición de separación de la RCA, las susodichas propiedades de [nombre de la iglesia] o de su entidad sucesora, tanto inmuebles como muebles, o el dinero devengado por la venta de tal propiedad, será traspasada, transferida o entregada a [nombre del classis] o su entidad sucesora.
- registradas en el archivo público, indicando que el classis, o su sucesor, tiene derecho a la propiedad tras la disolución:
- Petición de transferencia a otro classis.
Durante el periodo de cinco años de respuesta al informe de la Visión 2020, una iglesia pudiera asimismo pedir a su sínodo regional que le permita separarse de su classis y transferirse a otro classis, dentro o fuera de los linderos del sínodo regional.- El sínodo regional tendrá la deferencia de aceptar la decisión del consistorio y la congregación con respecto a la pregunta de la propagación de la obra del evangelio. El sínodo regional aceptará que la iglesia ya no puede funcionar eficazmente en su relación presente, y que —basándose en la petición— se puede mejorar la efectividad de tal congregación como iglesia local si se hiciera miembro de otro classis.
- Se procesará tales peticiones de la manera siguiente:
- Se debe presentar una petición del consistorio, por escrito, al secretario del sínodo regional, y entregarse una copia del mismo al secretario actual del classis.
- El consistorio tiene que presentar pruebas, por escrito, de que otro classis, así como el sínodo regional (en caso de encontrarse en otro sínodo regional), recibirían sin reservas a esta iglesia.
- El sínodo regional habrá de consultar con el consistorio, los classis y el otro sínodo regional, si aplica, en conformidad con el Capítulo 1, Parte III, Articulo 2, Sección 4 del BCO (2019, p. 67-68). Tras la consulta, el sínodo regional:
- puede transferir una iglesia de un classis a otro classis dentro de sus linderos.
- tiene que presentar la petición y el registro de consultas al Sínodo General para que dé la aprobación final de transferencia de una iglesia a un classis dentro de los linderos de otro sínodo regional.
- Los sínodos regionales tienen que permitir que una iglesia se separe del classis con su propiedad y otros bienes si dicha iglesia ha entregado una petición, en cumplimiento de los requisitos del BCO, sujeto a las siguientes condiciones:
- El consistorio ha adoptado una recomendación de transferencia por el voto de tres cuartas partes de los miembros del consistorio.
- La congregación ha aprobado la recomendación del consistorio mediante el voto de tres cuartas partes en una reunión congregacional convocada con el fin de considerar la transferencia.
- Si hubiere un voto de mayoría, pero menos de tres cuartas partes, el sínodo regional deberá comenzar un período de discernimiento con la iglesia y los classis para determinar cuál es la mejor forma de fomentar la obra del evangelio.
- La iglesia tiene que seguir pagando las cuotas por el trabajo del Sínodo General y el sínodo regional al classis que estuviere siendo facturado por el Sínodo General y el sínodo regional. El Sínodo General y el sínodo regional seguirán cobrando al classis la cuota de la iglesia que se transfiere, y esto hará por el resto del año calendario en el cual la iglesia es transferida oficialmente y también en el año calendario subsiguiente, basado en los datos del formulario de informe consistorial (“CRF”) y las tasas de cuotas que estén en efecto para cada año.
- Al principio del segundo trimestre tras la fecha de aprobación de la transferencia, la iglesia comenzará a pagar la cuota por la obra del classis al classis nuevo. Cuando la iglesia comience a pagar la cuota por la obra del classis al nuevo classis, cesará entonces el pago de cuotas al classis previo por la obra del classis, aunque puedan continuar los pagos de las cuotas para el Sínodo General y el sínodo regional.
- Cuando fuere aplicable, una iglesia tiene que saldar los préstamos y otras obligaciones para con los classis y los sínodos regionales, según lo acordado por aquellas organizaciones y de acuerdo con las reglas y los estatutos de esas organizaciones, a menos que se dé una autorización específica por escrito para continuar el pago regular de dichos préstamos.
- Quejas y apelaciones.
- Si el classis deniega una petición de un consistorio de separarse, dicho consistorio puede presentar una queja al sínodo regional sobre la decisión del classis, siguiendo lo dispuesto en el Capítulo 2, Parte II del BCO.
- Si el sínodo regional deniega una petición de un consistorio para transferirse a otro classis, dicho consistorio puede presentar una queja al Sínodo General sobre la decisión del sínodo regional.
- c. Todas las apelaciones al Sínodo General con respecto a la transferencia o la separación de una iglesia serán evaluadas por un panel nombrado por el Sínodo General. El panel adoptará sus propias reglas para considerar las apelaciones en conformidad con las disposiciones del BCO, y tendrá la deferencia de aceptar la decisión del consistorio y la congregación en el marco de estos reglamentos.
- La decisión del panel del Sínodo General, y cualquier decisión de una judicatura menor para la cual una queja o apelación no es debidamente presentada en los plazos especificados por el Capítulo 2, Parte II, Artículo 2 y el Capítulo 2, Parte III, Artículo 2, será de carácter final y de cumplimiento obligatorio para todas las partes interesadas.
- Disposiciones generales.
- Antes de que la denominación deje libre oficialmente a una iglesia, el classis tiene que asegurarse de que la iglesia haya dado los pasos necesarios para enmendar sus Artículos de Incorporación y estatutos, de que haya pagado todas sus cuotas y repagado todos los préstamos (o que haya formalizado un pagaré el cual permita que se hagan pagos fraccionados), y de que haya cumplido las condiciones del Capítulo 1, Parte II, Artículo 10, Sección 5 del BCO.
- Estos reglamentos no tendrán vigencia alguna para las peticiones de separación de la denominación o las peticiones de transferencia de classis que se realicen después del 1 de junio de 2026.
- Petición para separarse de la RCA y afiliarse con otra denominación. Cuando se considere una petición para separarse de la denominación a fin de afiliarse con otra denominación, cada classis tiene que aplicar las estipulaciones del Artículo 10, según interpretadas por las siguientes reglas:
- Disposiciones inalteradas
NOTA: Con respecto al tratamiento y provisión para los empleados denominacionales, regionales, de los classis e iglesias locales, alentamos al Consejo del Sínodo General, en su calidad de comité ejecutivo del Sínodo General, en cooperación con el secretario general, el equipo de recursos humanos GSC (Consejo del Sínodo General) y consejo legal, a continuar realizando una evaluación compasiva y ordenada del personal de estructuración, incluida la provisión continua de salarios justos y paquetes de beneficios cuando posible, y paquetes de indemnización generosamente apropiados si las restricciones presupuestarias requieren reducción. Además, alentamos la misma consideración en el sínodo regional, classis e iglesias locales para el personal en esos niveles.
Pensamientos finales
Al cerrar este informe, deseamos ofrecerles algunas reflexiones finales a ustedes, nuestros queridos colegas y amigos. Ante todo, que realmente ha sido un privilegio servir juntos en este trabajo. Ninguno de nosotros termina esta jornada sin haber pasado por dificultades o por cambios. Si bien confesamos estar cansados del camino, también estamos mejor por haberlo caminado juntos. Nos hemos afilado el uno al otro, hierro contra hierro, y llevaremos las marcas de nuestro aprendizaje con nosotros en agradecimiento, para la gloria de Dios.
Como denominación, la RCA se encuentra en una encrucijada. Habiendo enviado a nuestro equipo como scouts para explorar diferentes caminos, la tarea que tiene ante usted ahora es decidir cuáles caminos tomar. Tal vez le sorprenda que, al final, nuestro consejo sea “tómelos todos”. Ninguno de ellos está libre de retos o pérdidas, pero todos tienen oportunidades. Para aquellos que decidan quedarse en la RCA, hay un camino que tiene el potencial para la renovación y fortalecimiento de una denominación que aman. Para aquellos que eligen ir por un camino separado existe la oportunidad de aprovisionarlos bien para su viaje, sabiendo que el trabajo que realizan es para el reino que todos llamamos hogar. Y antes de continuar desde esta encrucijada, tenemos la oportunidad de construir algo nuevo juntos en la forma de una agencia misionera, como un lugar para que trabajemos juntos y para preservar algunos de nuestros mejores trabajos como celebración de nuestro viaje compartido.
Que la gracia de Dios nos acompañe a todos en los caminos por delante.
A lo largo del proceso de este trabajo, el equipo de Visión 2020 llegó a comprender que podría haber unidad sin necesariamente lograr la unanimidad. En el caso de la segunda recomendación del equipo, la de formar una nueva agencia misionera, dos de nuestro equipo expresaron fuertes preocupaciones por el impacto de esta recomendación en la denominación. Valorando la transparencia y creyendo que es mejor cuando todos puedan ser vistos y escuchados completamente, el equipo acordó que sería apropiado incluir a un informe minoritario escrito por estos miembros.
Un Informe Minoritario
Por el poder del Espíritu Santo, el Equipo 2020 ha trabajado dos años juntos como un grupo diverso de líderes de la RCA. Al concluir nuestro trabajo, dos de nosotros nos oponemos firmemente a la Recomendación 2, la formación de una nueva agencia misionera. Por pedido de nuestro equipo, ahora compartimos estas objeciones que nos impiden respaldar esta recomendación.
Creemos que somos parte de la comunidad del pacto de Dios
Cuando somos bautizados en la iglesia, hacemos un pacto con Dios y con los demás para con la misión de Cristo: “Por el Espíritu Santo, todos los que creen y son bautizados reciben un ministerio para dar testimonio de Jesús como Salvador y Señor, y amar y servir a aquellos con quienes viven y trabajan”.[5] Creemos que la Recomendación 2 no asume un fundamento de pacto. Su estructura es voluntaria y pragmática. Por diseño, la agencia sería extra-eclesial, existiendo fuera de la conexión y la responsabilidad de una comunidad del pacto. Creemos que asignar misiones globales RCA para funcionar dentro de una organización para-eclesiástica debilita nuestra práctica reformada de cumplir las promesas del pacto el uno al otro.
Creemos que la misión de Dios tiene una iglesia
Como se dijo y celebró en el reciente evento Misión 2020: “La iglesia de Dios no tiene una misión, pero la misión de Dios tiene a la Iglesia Reformada en América”. La misión de Dios y la identidad de la iglesia son tan inseparables como la persona de Cristo y la obra de Cristo; de hecho, la iglesia y su misión fluyen de la persona y la obra de Cristo. Además, nuestra identidad de pacto y misión conjunta requiere que no separemos la misión global y local. La recomendación 2 establece una separación formal de misión global y local, lo que implica que la presencia de Cristo puede dividirse. De hecho, Cristo se mueve entre el cuerpo de Cristo, dentro de cada geografía.
Creemos que la iglesia está llamada a un diálogo valiente
Porque Cristo es Señor, no debemos temer las diferencias. Estar conectados entre sí es un trabajo duro, y es exactamente lo que pertenece a la comunidad del pacto de Dios. Esta comunidad, alimentada por la Palabra y los sacramentos, es el lugar que nos permite entablar conversaciones muy difíciles precisamente en una relación profunda con aquellos con quienes podríamos no estar de acuerdo en que la iglesia debe luchar con nuestra comprensión del llamado del evangelio, nuestras diferentes hermenéuticas y sus implicaciones para la sexualidad humana. La recomendación 2 evita confrontar las divisiones reales entre nosotros y empuja estas fuertes conversaciones a otras comunidades que no cuentan con el respaldo de las uniones del pacto.
Conclusión
La creación de una nueva agencia misionera no es la respuesta a lo que nos divide. Lo que se necesita con urgencia es una sólida justificación teológica de cómo la iglesia existe en la diferencia. ¿Qué nos mantiene unidos? ¿Cómo podemos permanecer conectados y en alianza unos con otros?
Como declara el Preámbulo del BCO : “Esta iglesia es la comunión viviente del pueblo de Dios, que es uno, con Cristo como su cabeza” (edición de 2019, p. 2). Y uno de nuestros Estándares de Unidad, La Confesión de Belhar (1986), confiesa: “esa unidad es, por lo tanto, un don y una obligación para la iglesia de Jesucristo; que a través de la obra del Espíritu de Dios es una fuerza vinculante, pero a la vez una realidad que debe ser perseguida y buscada fervientemente: una la cual el pueblo de Dios debe ser continuamente edificado hasta alcanzar (Ef. 4:1-16); que esta unidad debe llegar a ser visible para que el mundo pueda creer que la separación, la enemistad y el odio entre personas y grupos es pecado que Cristo ya ha conquistado, y en consecuencia, cualquier cosa que amenace esta unidad puede no tener lugar en la iglesia y debe ser resistida (Juan 17:20-23)”. Especialmente a la luz de nuestras profundas divisiones, debemos aferrarnos a nuestra unión con Cristo por el poder del Espíritu.
En Cristo, todas las cosas se mantienen unidas y Cristo es el reconciliador de todas las cosas, quien hace la paz a través de la sangre de su cruz.[6] Es en esta esperanza —que Cristo murió, Cristo resucitó y que Cristo vendrá de nuevo— que enviamos este informe.
[1] Loyalty and Loss: The Reformed Church in America, 1945-1994 por Lynn Japinga, Eerdmans Publishing, 2013.
[2] George Bullard sirve como presidente y coordinador estratégico de The Columbia Partnership [TCP]. TCP es una comunidad de líderes cristianos que buscan transformar la capacidad de la Iglesia de América del Norte para perseguir y sostener un ministerio vital centrado en Cristo. Bullard tiene años de experiencia consultiva dentro de la RCA y ha escrito ampliamente sobre la historia y el futuro de las denominaciones en América del Norte.
[3] Tomado de Lealtad y pérdida, Japinga
[4] Reid, Daniel. Diccionario del Cristianismo en América: Un recurso completo sobre el impulso religioso que dio forma a un continente. (Intervarsity Press, 1990).
[5] Bautismo RCA / Liturgia de Profesión de Fe
[6] Colosenses 1