La comunión, también conocida como Cena del Señor o Eucaristía, es el regalo de Cristo a la Iglesia. La comunión es un medio por el que Cristo nos nutre, fortalece y reconforta continuamente. Es uno de los dos sacramentos de la tradición reformada. Como tal, la Cena del Señor es un signo visible de algo interno e invisible, el medio por el que Dios actúa en nosotros a través del poder del Espíritu Santo.
Cuando celebramos la Cena del Señor, seguimos lo que hizo Jesús cuando partió el pan y bebió el vino con sus discípulos la noche antes de morir. Recibimos el pan y el vino o el zumo de uva, damos gracias a Dios y compartimos la comida y la bebida entre nosotros. En estos sencillos actos, los creyentes experimentan un profundo misterio: Cristo mismo está presente, y su vida pasa a nosotros y se hace nuestra. Sin embargo, los cristianos reformados no creen que el pan y el vino o el zumo de uva se transformen físicamente en el cuerpo y la sangre de Cristo.
Se puede profundizar en la teología de la comunión en el introducción a los sacramentos. Aquí se ofrece una visión general de cómo se celebra la comunión en la Iglesia Reformada en América.