Los cristianos reformados decimos a veces que estamos «reformados y siempre reformando». Esto significa que nunca dejamos de preguntarnos si estamos siendo fieles a la visión de Dios, y que nunca dejamos de estar reformando la iglesia para cumplir la voluntad de Dios. Hacemos esto porque creemos que los seres humanos están quebrantados. Y sabemos cuán fácilmente nuestra naturaleza humana puede corromper la iglesia de Dios.
La Escritura es la más alta autoridad sobre nuestra fe y su práctica. Las declaraciones de fe, llamadas credos y confesiones, también dan forma a nuestra fe y nos hacen enraizar en la teología reformada. Aunque la gente asocia la tradición reformada con el calvinismo, hay mucho más en nuestras creencias reformadas que los cinco puntos del calvinismo que usted pudiera haber oído mencionar.