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Embarcarse con gratitud


por Sarah Hensler

editado por Bob Terwilliger, verano 2023

Vista desde lejos, la jubilación parecía un destino. Ahora que he llegado, está claro que es el comienzo de un nuevo viaje. ¿O es una nueva etapa de un viaje que continúa? Tanto si se trata de un nuevo viaje como de un nuevo camino, lo cierto es que hay mucho que aprender y a lo que adaptarse: nuevos ritmos diarios, nuevos presupuestos, nueva libertad (¿dónde viviremos ahora?) y, por último pero no menos importante, llamadas a nuevos tipos de servicio. Es esto último, esa llamada al servicio, lo que me recuerda que el camino de la jubilación es la continuación de un camino en el ministerio, que comenzó para mí en el ministerio parroquial en Montrose, Nueva York, y que ahora me encuentra completando un ministerio de enseñanza universitaria en la Universidad de San Eduardo en Austin, Texas.

Afortunadamente, para todos nosotros, la llamada al ministerio no tiene fecha de caducidad, y la jubilación no es el final de la llamada de Dios a nuestras vidas. Me he regocijado en este hecho durante los últimos tres años en los que he participado en el programa de formación para directores espirituales de la Diócesis Episcopal de Texas. Mi jubilación comenzará con la graduación en junio del programa de formación que me ha preparado para mi próximo ministerio. Estoy muy agradecida por la continuidad, la seguridad de que Dios me sigue guiando y el nuevo camino que Dios me ha marcado. La jubilación no es el destino que imaginaba cuando la esperaba. Es es un viaje que emprendo con gratitud por la fiel presencia de Dios en el camino.

Sarah es licenciada por el Hope College, doctora en Teología por el Seminario Teológico de Princeton y máster y doctora por la Escuela de Posgrado y el Centro Universitario de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Sirvió en la Iglesia Reformada de Cortlandtown en Montrose, Nueva York. Ha enseñado en el College of Staten Island, Hunter College, Southwestern University y St. Edward's University. También enseñó en

inglés como lengua extranjera en Japón, y fue becaria residente en Marruecos. Sarah y su marido viven en Austin, Texas. shenseler2@gmail.com