- Compasión y justicia
A siete minutos de la frontera entre El Paso, Texas, y México, existe un lugar donde los desconocidos se miran a los ojos, comparten una sonrisa y reconocen la identidad del otro como hijo de Dios. En Frontera de Gracia, los huéspedes encuentran refugio y un lugar de culto en su viaje migratorio. También es aquí donde las iglesias de Estados Unidos tienen la oportunidad de ser las manos y los pies de Jesús para las hermanas y hermanos en movimiento.
Ángel López creció en Chiapas, México, donde los misioneros de RCA compartían el evangelio y atendían a los necesitados. Ahora, Ángel colabora con Frontera de Gracia. Ángel educa a la gente sobre la situación de la frontera y proporciona recursos de defensa para los inmigrantes. También trabaja con las congregaciones para desarrollar testigos cristianos que abracen y construyan relaciones con los migrantes en su proceso de estadía.
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