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Por la Rev. Dra. Patricia A. Singletary

Se invita a las congregaciones a rezar por el Sínodo General durante el culto congregacional la semana anterior al Sínodo General o el domingo durante el Sínodo General. Esta oración puede utilizarse durante el culto, o puede utilizarse para oraciones individuales o en pequeños grupos durante el sínodo.  

Dios santísimo y eterno, Padre nuestro, elevamos a ti la reunión del Sínodo General.

Según Efesios 3, te pedimos, oh Dios, que concedas a cada uno de los presentes en el sínodo fortaleza por medio de Cristo Jesús, según las riquezas de la gloria de Cristo Jesús.

Te pedimos que, por medio de la fe, Cristo habite en sus corazones, que se arraiguen y cimenten en el amor, que sean capaces de comprender con nuestros hermanos y hermanas en la fe, la anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de Cristo por nosotros. Te pedimos que se llenen de toda la plenitud de ti, Santísimo y Eterno Dios, nuestro Padre.

Te agradecemos que Cristo Jesús puede hacer mucho más de lo que pedimos o pensamos, según el poder que obra en nosotros.

Padre Celestial, Jesús nos dijo en Mateo 18 que todo lo que atamos en la tierra queda atado en el cielo, y todo lo que desatamos en la tierra queda desatado en el cielo. En el nombre de Jesús, atamos la voluntad de cada persona en el Sínodo General -cada salmista, cada orador, cada funcionario, cada representante- como colaboradores y co-colaboradores en Cristo, y sus emociones al Espíritu Santo.

Rezamos por cada persona que participa en este Sínodo General. Que cada actitud sea una expresión del fruto del Espíritu como se explica en Gálatas 5: amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y autocontrol.

Tu Palabra nos dice que si a alguien le falta sabiduría, que te la pida, y recibirá sabiduría, según Santiago 1:5. Te pedimos sabiduría en cada decisión que el Sínodo General deba tomar.

Con las palabras de Isaías 40, te pedimos, Señor, que renueves las fuerzas de los que esperan en ti. Haz que suban con alas como las águilas. Que corran y no se cansen. Que caminen y no desfallezcan.

Gracias, Padre Celestial, por la actuación de tu Palabra en nuestras vidas, y en la Iglesia Reformada en América.

En el nombre de Jesús, ¡amén!

 

La Rev. Dra. Patricia A. Singletary es la primera mujer pastora de la Iglesia Reformada de Elmendorf, la iglesia más antigua del pueblo de Harlem, Nueva York, establecida en 1660. Obtuvo su maestría y su doctorado en el Seminario Teológico de New Brunswick. Es la fundadora del movimiento PUSH (Pray Until Something Happens) y del African Burial Ground Task Force de Harlem, gracias a cuyo trabajo la ciudad de Nueva York está planeando establecer un lugar conmemorativo, un museo cultural y un lugar de viviendas asequibles en esa zona.