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El Sínodo General 2018 ordenó al secretario general de la ACR que escribiera una carta al presidente de los Estados Unidos "condenando la separación de los niños inmigrantes de sus familias y apoyando firmemente la reforma migratoria y DACA." El secretario general Eddy Alemán respondió a la recomendación del sínodo escribiendo esta carta al presidente Trump, instándole a trabajar con el Congreso en una reforma migratoria bipartidista.

Estimado Presidente Trump,

En la Iglesia Reformada en América apreciamos profundamente las bendiciones que nuestros hermanos y hermanas inmigrantes aportan a nuestras comunidades. Y como cristianos, creemos que tenemos la responsabilidad de hablar cuando las leyes y las políticas son injustas o perjudiciales para los miembros más vulnerables de nuestra sociedad. Le escribo en nombre de la Iglesia Reformada en América para instarle a que trabaje con el Congreso en una reforma migratoria bipartidista que garantice que los inmigrantes, especialmente los niños, sean tratados con humanidad y justicia.

La inmigración legal a Estados Unidos es un proceso caro y complicado que puede durar décadas. Muchos, especialmente los que carecen de recursos financieros o legales, no pueden venir a Estados Unidos a través del sistema actual. Le instamos a que trabaje con los legisladores para agilizar el proceso de inmigración, de modo que quienes reúnan los requisitos necesarios puedan solicitar la residencia legal o la ciudadanía.

Le instamos a desarrollar políticas, de acuerdo con la ley, que traten a los inmigrantes indocumentados con humanidad y dignidad. Condenamos específicamente la política de separar a los niños de sus padres. El cuidado de los más vulnerables no es opcional; es una llamada de Cristo. Afirmamos su reciente decisión de dejar de separar a las familias de inmigrantes, pero nos preocupa cómo se mantendrán unidas las familias bajo su política de tolerancia cero. Le imploramos que trabaje inmediatamente con el Congreso en un proceso compasivo para mantener a las familias unidas.

También defendemos que los beneficiarios de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) sean protegidos de la deportación y se les ofrezca un camino hacia el estatus legal. Los beneficiarios de DACA son hombres y mujeres jóvenes y trabajadores que ayudan a hacer grande esta nación. Creemos que deberían poder construir sus vidas en los Estados Unidos legalmente y sin miedo a la deportación a países que apenas recuerdan o que no conocen en absoluto. Le instamos a trabajar con el Congreso en una solución permanente que conceda a los beneficiarios de DACA estos derechos.

Gracias por considerar en oración esta llamada a tratar a los inmigrantes con dignidad, respeto y amabilidad.

Sinceramente,


Rev. Eddy Alemán
Secretario General de la Iglesia Reformada en América