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Bienvenidos a la verde Bocas del Toro, una de las nueve provincias de Panamá. Comercializada y turística en las zonas accesibles, su corazón es la selva tropical, un ecosistema rico en nutrientes y diverso.

Por Matt Vander Molen

Bienvenidos a la verde Bocas del Toro, una de las nueve provincias de Panamá. Comercializada y turística en las zonas accesibles, su corazón es la selva tropical, un ecosistema rico en nutrientes y diverso.

En el empobrecido Panamá, es un ecosistema en peligro por la deforestación, ya que los aldeanos talan árboles centenarios para venderlos como leña. Es preocupante. Pero con poca tierra para cultivar alimentos y niños hambrientos en casa, yo sería el primero en coger una motosierra y cortar unos cuantos árboles para venderlos y obtener unos ingresos.

No hace mucho tiempo, oír hablar de la degradación del medio ambiente, como la deforestación en Panamá, me desesperaba. Pero hoy tengo confianza en que el reino de Dios se ocupa de toda su creación, y que la transformación de la creación empieza por mí. 

Así que, con otros voluntarios del Cuerpo de Paz, he ayudado a introducir una forma de utilizar la leña de forma más eficiente en Boca del Toro. Pasamos una semana en una aldea que está a dos horas de distancia de la electricidad y el acceso por carretera, dirigiendo una formación sobre estufas ecológicas. Una estufa ecológica no consume madera tan rápido como un fuego de tierra y produce muchos menos gases de efecto invernadero. Con estos beneficios para el medio ambiente, el impacto en los bosques cercanos disminuye. La formación fue un gran éxito.

Me crié en el "primer mundo", donde la mayoría de nosotros vivimos desconectados de la realidad de lo mucho que dependemos de los dones del suelo, las fuentes de agua y los árboles. Ahora vivo con personas que comen, beben, duermen, trabajan y juegan exclusivamente con los recursos naturales locales cosechados. Es un poderoso recordatorio de que nosotros y nuestras comunidades estamos profundamente conectados con la salud de nuestros recursos naturales.

La comunidad en la que introdujimos las estufas ecológicas es sólo un pequeño ejemplo del agotamiento y la destrucción de los recursos naturales que se está produciendo en todo el mundo. En 1900 éramos poco más de mil millones; hoy somos siete mil millones. Estoy seguro de que nuestra biosfera está empezando a precipitar cambios que harán mucho más difícil satisfacer nuestra hambre, saciar nuestra sed y mantener comunidades sanas. 

Gracias a mi experiencia en el Cuerpo de Paz, mi desesperación se ha convertido en una acción esperanzadora. Me ha enseñado que cambiar el mundo es obra de Dios; mi responsabilidad, mi propósito, es disciplinarme para ser moldeado y utilizado por Dios.

Matt Vander Molen sirvió dos años en Panamá con el Cuerpo de Paz y regresó a los Estados Unidos en marzo de 2014. Es miembro de la iglesia reformada Christ Memorial de Holland, Michigan. My Voice comparte las opiniones y experiencias de mujeres y hombres de RCA de entre 18 y 29 años.