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La Iglesia Reformada en América lamenta los efectos de la reciente retirada de las tropas estadounidenses del noreste de Siria.

Nos preocupa el sufrimiento de los grupos minoritarios -entre ellos los kurdos, los cristianos, los yazidíes y los no combatientes- que están en peligro tras la retirada de las tropas estadounidenses.

Nos preocupan las consecuencias negativas que esta retirada tendrá en el proceso político dirigido por las Naciones Unidas y en la reanudación del diálogo nacional en Siria, recientemente acordada, a través del comité constitucional.

Nos preocupa la pérdida de credibilidad y prestigio de las acciones y los esfuerzos de paz de Estados Unidos en el mundo en lo que respecta a nuestra relación con nuestros aliados.

La crisis en el noreste de Siria continúa, ahora con informes sobre el uso de armas químicas contra civiles, incluidos niños. Las comunidades cristianas indígenas, que corren un gran riesgo, han sido desplazadas y pueden desaparecer.

Nuestra preocupación nos hace arrodillarnos en oración y nos obliga a actuar en favor de los grupos de personas vulnerables de Siria y otras regiones del mundo. Anhelamos que el reino de Cristo traiga la paz a nuestro mundo herido.