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Antes de tomar Vantage estaba en el grupo de personas que habían hecho iglesia durante mucho tiempo. Estaba creciendo pero sentía que ya no era suficiente. Tenía que haber algo más... pero no sabía qué era, ni cómo era, ni cómo llegar a ello. Mi experiencia en Vantage ha sido una experiencia de despertar.

Al invertir dos años en tareas semanales, lecturas (Biblia y otros libros), reuniones y conversaciones con un mentor, mis ojos se abrieron y también mi corazón.

Por Elly DeHoog

Antes de tomar Vantage estaba en el grupo de personas que habían hecho iglesia durante mucho tiempo. Estaba creciendo pero sentía que ya no era suficiente. Tenía que haber algo más... pero no sabía qué era, ni cómo era, ni cómo llegar a ello. Mi experiencia en Vantage ha sido una experiencia de despertar.

Al invertir dos años en tareas semanales, lecturas (Biblia y otros libros), reuniones y conversaciones con un mentor, mis ojos se abrieron y también mi corazón.

Las cosas empezaron a encajar después de mirarlas bajo la lupa de Dios. Dios había estado haciendo una obra en mi vida y aún no había terminado conmigo.

El primer año fue mirar mi camino con Dios y alinearlo con él. ¿Dónde había estado, dónde estaba ahora y hacia dónde me llevaba Dios? Me sorprendió la cantidad de desafíos que había y cómo tuve que "desaprender" algunas cosas. La profundidad de las preguntas, aunque difíciles de responder con sinceridad, aportó una nueva visión. Los líderes fueron pacientes y ayudaron al grupo a extraer de la Palabra de Dios las pepitas que harían cambios positivos en la vida de cada uno.

Ese primer año trajo consigo la curación y la comprensión del propósito continuo de Dios en mi vida. El segundo año fue aún más intenso. Me movía a pensar en salir de mi zona de confort. Empezaba a entender que Dios podría tener un nuevo ministerio y nuevas oportunidades de liderazgo para mí. Estaba aterrorizada y a la vez entusiasmada.

Al salir del segundo año, Dios me pidió que facilitara un grupo Vantage. Había enseñado en la escuela dominical, había sido superintendente de la escuela dominical, había montado la cocina de la iglesia en nuestro nuevo edificio, había organizado y dirigido la guardería... todo para su gloria pero realmente bajo mi propio poder. Ahora me pedía que me moviera bajo su poder. Él tenía un plan, todo lo que tenía que hacer era ser obediente y seguirlo.

Vantage es un proceso de cambio de vida, de cambio de vida a largo plazo. Es hacer discípulos de ti y de mí.

¡Dios está tramando algo bueno!

Elly DeHoog es miembro de la Iglesia Comunitaria de Forestview (RCA) en Grimsby, Ontario.

Publicado el 24/06/14