Brian Bruxvoort recorre cada mes unos 10.000 kilómetros en el aire.
Brian Bruxvoort recorre cada mes unos 10.000 kilómetros en el aire.
Como la mayor parte de Alaska es inaccesible por carretera, los habitantes de pueblos como éste están aislados. Bruxvoort lleva a los pastores a sus iglesias, a los misioneros a sus puestos y a los niños al campamento bíblico.
No siempre ve la transformación porque no es él quien está sobre el terreno. "Mi papel ha sido más bien el de mentor de los grupos que traemos, un oído atento y un consejo bíblico, ayudándoles a entender a quién están ministrando", dice.
En Alaska, los inviernos son largos, las tasas de depresión son altas y las pistas de aterrizaje de las ciudades costeras están inquietantemente heladas. Pero la esperanza de Bruxvoort es fuerte.
"En invierno, nos quedamos con los grupos que volamos. Entonces no sólo tengo el privilegio de proporcionar transporte, sino también apoyo espiritual", dice. "La mayor alegría es llevar a la gente a un lugar donde tengan un encuentro con Jesucristo".
Visite www.rca.org/bruxvoort para saber más.
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