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En la representación del artista Brian Narcomey de las últimas horas de Jesús antes de la crucifixión, Jesús lleva una túnica de búfalo y de su hombro brotan chorros de agua viva.

En su cuadro GetsemaníEl artista Brian Narcomey representa a Jesús como un nativo americano, en sus últimas horas antes de la crucifixión. El rostro de Jesús expresa tanto el dolor de soportar nuestro sufrimiento y nuestra naturaleza pecadora como el amor que siente por nosotros y por toda la creación.

Narcomey, cuyo arte reúne temas cristianos con imágenes tradicionales de los nativos americanos, dice que sus pinturas son "herramientas ministeriales útiles para que los nativos lleguen a conocer [a Jesús], cuando no han escuchado [la historia] de esa manera".

A lo largo de este cuadro hay símbolos de la creación de Dios y de las formas en que Dios provee a sus criaturas. La parte inferior de la manga izquierda de Jesús sugiere el agua y el cielo estrellado del relato de la creación en el Génesis. Los rayos rojos, anaranjados y amarillos de su hombro izquierdo reflejan los rayos de la estrella de la mañana, el sol. En las Escrituras, el propio Cristo es llamado la estrella brillante de la mañana (Apocalipsis 22:16). El agua viva fluye por el brazo de Jesús.

Jesús también lleva una túnica de búfalo. El búfalo fue el sustento de las tribus de las llanuras del norte y del sur durante siglos. La pluma de águila de la gargantilla de Jesús no sólo representa otra parte de la creación de Dios, sino también la libertad, concretamente la libertad que tenemos gracias al sacrificio de Cristo. A lo largo de la pluma hay tres rayas rojas, llamadas marcas de sangre, que significan la Trinidad.

El rojo que aparece en el cuadro sugiere las luchas entre los seres humanos que han terminado con el derramamiento de sangre. Narcomey explica: "Dentro de su corazón, Jesús está sintiendo este dolor y sufrimiento que se ha depositado sobre él. Todo el dolor de la creación está representado para fluir hacia arriba y es tomado sobre Jesús".

La púrpura en la parte inferior del cabello de Jesús representa la túnica púrpura que le pusieron los soldados antes de su crucifixión. Aunque se burlaban de él llamándole "Rey de los judíos", sabemos que Jesús es realmente un rey, dice Narcomey. Como atestigua Romanos 1:19-20, Dios da a conocer su divinidad a través de su creación.

De sus cuadros, Narcomey dice: "Estos cuadros son un regalo. Me hacen llorar porque sé que [Dios] está utilizando mi mano para contar sus historias. Como pueblo nativo, no hemos sido escuchados de esta manera".

Narcomey sirve como pastor y coordinador de alcance a los nativos americanos en el Centro de Esperanza, un socio misionero de la RCA en Sioux Falls, Dakota del Sur.